Sor María Abel Kamary

Hermana Marie Abel Kamary nació en Hammana.

Entro al convento de las Hermanas del Sacro Corazón en 1929.

Su salud fue afectada en 1936 cuando sintió dolor al estómago y vomito.

Muchos especialistas la examinaban, y han señalado que sufró de úlcera gástrica.

Los exámenes radiológicos han revelado que el hígado, la vesicular biliar y los riñones estaban afectados y no funcionaban normalmente.

Fue operada 2 veces; una de las dos llevo 4 horas, pero sin resultado positivo.

Los dolores aumentaban y el sufrimiento persistió14 años.

Perdió muchos kilos porque vomitaba todo y sufrió dolor de huesos.

Múltiples síntomas aparecían: parálisis de la mano derecha, irritación de los dientes.

El fin estaba cerca. La hermana Marie escuchó de los milagros de San Charbel.

Comenzó a implorar su intercesión hasta que le vió en su sueño; Padre Charbel subió sus manos y la bendijó.

Ella salió de Bekfaya para visitar Annaya con las Hermanas. Estaba en un estado lamentable cuando llegó al convento.

Lo llevaron al sepulcro del Santo. Cuando tocó la tumba, sentió un corriente en su espalda.

Mientras que rezaba al lado de la tumba, vió el nombre de San Charbel escrito en la losa y coronado de gotas de sudor brillantes. Les secó con su velo y les pusó dónde le dolia. De pronto, se levantó y camino.

Gritos de alegría indicaban felicidad y alegría.

Iskandar Oubeid 

Iskandar Oubeid, de la región de Baabdat, se ha vuelto tuerto en 1937 por causa de un accidente.

El Dr. Neguer le examinó, y cuando vió que la situación de Iskandar no se mejoró, le aconsejó de arrancar su ojo, para que no infecta el otro ojo.

El Dr. Salhab le expusó a los mejores especialistas de Beirut, que le han aconsejado también de arrancarle.

Su situación no cambió hasta la aparición de los milagros de San Charbel en 1950. rezó y comulgó mucho.

Luego, vió San Charbel en su sueño, y le dijo de ir al convento. Iskandar paso el día rezando al monasterio

San Maron, y dormió al lado del sepulcro. Sentió un dolor en el ojo, y el resultado era positivo: la curación. Cuando volvió a Baabdat, sintió un dolor insoportable.

Luego dormió y vió ese sueño: era en la entrada del convento San Moussa vaciando un coche de cargo.

De repente, el conductor le pinchó en el ojo con una barra de hierro. Se levantó asustado.

Hizo el mismo sueño, pero un monje le empolvó el ojo con una sustancia. Le dijo" sufrirás mucho pero te curarás finalmente". Luego, el monje desapareció.

Iskandar miró y vió las palabras siguientes, escritas en el suelo: Padre Charbel,Servidor de Dios. Iskandar sobresaltó, cubrió su buen ojo con un velo, y vió la imagen del Santo frente de él.  

Sus esposa y el comenzaron a gritar. Los vecinos acudieron, gritando de alegría y orando.

 

  

Maryam Awad

Su madre se llama Loulou, su padre Assaf y su marido Ibrahim Awad. Mariam Assaf Awad. Su carné de identidad syrio stipula que Mariam nació a Chacra, Ezra Dara (Syria), y vive a Hamana (Libano).

Su marido murió desde 19 anos. Su hijo, que se llama Girios, esta casado. 'Grieca-Catolica', iletrada, y asitiendo a las mesas y sacramentos en las iglesias de Hammana. Fue operada 3 veces en 1963 y 1965. dos operaciones, una al estómago y la otra a los intestinos. La tercera operación en la parte derecha de su cuello.

Todas las enfermedades de esa mujer son cancerosas. La primera es un cancer de caccum, que era quitado; la segunda un cancer de estómago. Esa segunda enfermedad era, según el Informe medical, un cancer invasor; y la tercera; un cáncer de las amígdalas. El médico le hizó una fotografia de la masa bucal, y una extracción de la masa para examinarla. Pero no le prescribio medicamentos. Y eso suscitó dudas sobre la enfermedad. Mariam empezó a rezar al bienaventurado Charbel. Las dos amígdalas fueran afectadas. Sufrió mucho engulló dificilmente, su voz se debilitó. Su amigdala se ha vuelto roja e hinchada. Se nego a cojer medicamente, y de pasar sesiones de radioterapia. Busquo la curación, o la fuerza de resistir la enfermedad.

Sentada en su cama, mariam rezo e invoquo San Charbel. " por gracias, San Charbel, usted que ha curado ciegos y lisiados, cureme de esa enfermedad; y cuando me curaras, te daré las gracias en tu santuario". Rezo antes de dormer, y la manana, fue curada/ La masa habia disminuido, y dentro de 4 dias de la oracion, la masa salvo. Aparte del tumor en la garganta, las otras partes de su cuerpo eran sanas y no le dolian man. Mariam fue al convento San Maron, al sepulcro de San Charbel, rezando y dando las gracias.

Nohad El-Chamy

Soy Nohad, esposa de Semaan El-Chamy, del pueblo de Mazarib, distrito de Jbeil, tengo cincuenta y cinco años, soy madre de doce: siete hijos y cinco hijas. La noche del nueve de diciembre del 1993, sufrió de una parálisis del pie y la mano del lado izquierdo así como de la lengua.
Ingresé en el hospital de “Nôtre Dame Maritime” en Jbeil, donde me examinó el cardiólogo Dr. Joeseph El-Chamy. Me puso en la unidad de cuidado intensivo y luego empezó mi tratamiento con el Dr. Antoine Nachanikian y el Dr. Majad EL-Chamy, el medico de la familia. 

Después del tratamiento, los exámenes, y la radiología, me salió que padecía de arteriosclerosis del cuello: 80 % al lado izquierdo y 70% al lado derecho; lo que había causado una hemiplejía. El medico nos dijo que este caso es incurable.
Me aconsejaron que fuera a casa y regresara, después de tres meses, al hospital “Hôtel-Dieu” para una nueva radiología y tal vez podrían someterme a una operación en el cuello para reemplazar los vasos cerrados por vasos plásticos.
Entonces, mi hijo mayor “Saed” fue al convento de Annaya y me trajo aceite y tierra benditos de la tumba de San Charbel. Cuando mi hija me untó el cuello con el aceite y la tierra, sentí un hormigueo en la mano y el pie. Dejé el hospital, después de haber pasado nueve días allá, para guardar la cama a casa. Mi esposo me llevaba para ir al baño y mis hijos me dieran a comer y beber con una pajita. Me quedé así por tres días después de haber dejado el hospital.


Mientras que estaba durmiendo, me vi subiendo la escalera de la ermita en Annaya donde asistí a la misa con los monjes y San Charbel me dio el Pan Sagrado. El 22 de enero del 1993, entre la noche de jueves y la mañana de viernes, sentí un dolor de cabeza y en la parte izquierda de mi cuerpo. Recé a la Virgen María y a San Charbel y les dije: “¿Qué he hecho? ¿Por qué me han paralizado? ¿Qué es mi pecado? Crié doce hijos con pena, oración, y perseverancia. No les estoy imponiendo mi voluntad, pero si quieren curarme háganlo sino déjenme morir. ¡Hagan lo que quieren, yo estaré satisfecha!”
Mi esposo me dejo para dormir y descansar. A las once de la noche, soñé con una raya de luz entrando mi habitación y dos monjes dirigiéndose hacia mi cama. Uno de ellos se acreció de mí y apartó el camisón del cuello para poner su mano y me dijo: “Vino para hacerte una operación.” Traté de mirarlo pero fui incapaz de ver su cara a causa de la intensidad de la luz que emanaba de sus ojos y cuerpo. Me turbé y dijo: “Padre ¿Por qué quiere hacerme una operación? No me dijeron que necesitaba una operación.” Me respondió: “Si te necesitas una. Soy padre Charbel y vengo para hacértela.” Volví la cabeza hacia la estatua de la Virgen cerca de mí y dije: “¡Oh! Por favor intercede por mí. ¿Cómo van a operarme y suturarme sin anestesia?” Miré la estatua de la Virgen y la vi parado entre los monjes. En este momento sentí un dolor atroz bajo los dedos de San Charbel que me masajeaba el cuello…Cuando se terminó la operación, el segundo monje se acercó de mí, me ayudó a sentar, tomó la almohada, y la puso detrás de mi espalda. Luego tomó el vaso de agua, sacó la pajita, puso la mano detrás de mi cabeza, y me dijo: “Bebe esta agua.” Dije: “Pero padre, no puedo beber agua sin la pajita.” Me respondió: “Te operamos y ahora tiene que beber el agua y levantarse para caminar.”


Luego, me desperté. El agua pasaba normalmente en mi garganta y estaba sentada exactamente como el monje me había dejado. Miré la estatua de la Virgen y la encontré en su lugar sobre la mesa. Sentí un dolor en el cuello y sin prestar atención, puse la mano sobre el cuello. Entonces me dio cuenta que la mano paralítica había vuelto normal igual al pie debajo del cobertor. Me levanté de la cama, a pena consciente, me arrodillé ante las imágenes de San Charbel y la Virgen María para agradecerles. Fui al baño, miré en el espejo, y vi dos heridas en el cuello, una al lado derecho y la otra a la izquierda, cada una mide 12 centímetros aproximadamente. Eran la dos de la mañana, fui a la habitación de mi esposo próxima a la mía, y encendí la luz. Mi marido mi miró y dijo en voz alta: “¡Mujer! ¿Cómo viniste sola? Vas a caer, lo que será de mal en peor.” Levanté la mano y le dije: “No tenga miedo, San Charbel me hizo una operación y puedo caminar…”
El día siguiente por la mañana, fui con mi hijo y esposo a la ermita para agradecer el santo por sus gracias. Al regresar a casa, los vecinos y parientes que solían visitarme cuando estaba enferma, eran atónitos de verme curada. La noticia se propagó, así pues las visitas vinieron de toda parte del Líbano y del extranjero. La gente, por miles, agarrotaba nuestra casa. 


Una semana después del milagro, El Padre Abdo Yacoub, el cura de nuestra parroquia en Halat, y el Dr. Majid El-Chamy me dijeron: “Queremos enviarte a la casa de tu hijo para que te descanses unos días.” Acepté su sugerencia. Pero la noche, San Charbel me apareció y me dijo: “No dejas la gente, conservas tu fe. Te hizo estas heridas por el poder de Dios para que te vean, porque algunos se alejaron de la oración, la iglesia, y el respeto de los santos. ¡Tú no puedes hacer nada para la gente! El que quiere algo de mí, soy Padre Charbel y estoy siempre a la ermita. Te pido que visites la ermita cada 22 del mes y asistas a la misa por toda la vida…”
Me desperté el día siguiente para encontrar sobre el cuello tres hilos a la derecha y dos a la izquierda.

El Dr. Majid El-Chami sacó dos de ellos…


Desde entonces, seguí haciendo procesiones para San Charbel, cada jueves -el día del milagro- en mi casa en Halat. El 15 de agosto del 1993, cuando estaba en mi pueblo en la campaña, me apareció San Charbel en el sueño y me dijo: “Nohad, quiero que hagas la procesión del rosario en tu casa cada primer sábado del mes.”
El día siguiente, me desperté como de costumbre y quemé incienso ante el altar, encendí una vela, y empecé mi oración. Cuando miré el imagen de San Charbel, vi el aceite exudaba del imagen y sigue así hasta hoy. El 6 de noviembre, cuando estaba haciendo la procesión del rosario en mi casa –y eso por la primera vez- según lo que me pido San Charbel, acompañada por una muchedumbre de visitas y creyentes, la imagen de Santo Maron empezó a exudar aceite y sigue así hasta este día.


El segundo de septiembre, Santa Rita me apareció en el sueño en el que estaba rezando ante el altar de la Virgen cerca de nuestra casa en la campaña. Puso la mano sobre mi hombro, me besó la frente, y me dijo: “¡Te felicito por su fe!” Volví para contarla lo que había pasado conmigo pero me dijo: “Lo sé. San Charbel te hizo una operación y el segundo monje, el que te dio el vaso de agua, es Santo Maron.”…